El Barrio Del Morocho

Nuestro recorrido esta vez fue largo y variado. Empezamos con una caminata por las coloridas calles cercanas al antiguo mercado del Abasto, con paredes fileteadas algunas y otras adornadas con partituras y letras de tango. Realmente se nota el esmero de la gente del barrio por mantener la esencia del lugar, recordandonos a cada paso que es zona de tangueros sentimentales.
Luego ingresamos al museo Carlos Gardel, lugar donde vivio junto a su madre Bertha entre los años 1927 y 1933. Antigua casa tipica de Buenos Aires, donde suenan de fondo las melodias de Gardel, exhibe reliquias pertenecientes a la vida del zorzal. Entre ellas las cartas de amor que enviaba a su novia 15 años menor que el, la foto anterior a su tragico accidente en Colombia, la escritura que redacto el mismo dia de su muerte dejando como unica heredera a su madre. Entrando al baño de damas, uno se encanta con antiguas publicidades pegadas en las paredes, que promocionaban, por ejemplo moda para lutos y metodos para aumentar y endurecer pechos. En definitiva, muy recomendable visitar este museo- casa.
Despues ingresamos al shopping Abasto, viejo lugar de abastecimiento, donde la multitud de chicos y grandes, floggers y emos, nos aturdieron bastante luego de andar por lugares mucho menos concurridos. Alli, las mas valientes subieron a la rueda magica de Neverland, y finalmente, entre mareos, dolores de cabeza y aturdimientos buscamos un lugar mas tranquilo, afuera del shopping, para regocijarnos con cafe y medialunas.