Ademas despues de tantos dias grises y lluvias, el dia nos acompaño. Anduvimos por calles que nos daban la sensacion de estar en un pueblo tranquilo, sin mucho movimiento ni ruidos contaminantes. Y con un paisaje digno de ser pintado, con casas fabulosas, calles curvas y arboles coloridos.
Conocimos la fachada de la replica de la casa de San Martin en Francia, y vimos a su alrededor los pinos que son retoños del que existia en el convento de San Carlos en San Lorenzo, donde San Martin libro su primer combate contra los realistas en la lucha por la Independencia. Vimos tambien la unica estatua del heroe que lo representa de civil, y las estatuas de una serie de colaboradores y participantes en las campañas libertadoras del general.
Nuestro circuito finalizo con la visita al Museo De Arte Decorativo. Nuevamente ingresamos a una epoca en la que la Argentina soñaba con ser un pais europeizado, y con ese fin la familia que habito en este museo-casa importaba todos sus elementos de construccion y decoracion del viejo mundo. Solo pudimos tomar una fotografia del interior gracias a un guardia que se solidarizo con nosotros y nos cerro la puerta de lo que fue la habitacion del hijo varon de esta familia, Errázuriz Alvear. Realmente es un lugar que hay que conocer, tanto por su riqueza artistica ( la mas importante, un oleo original de El Greco), como por su valor historico que, como recalco la guia, es necesario para conformar nuestra identidad como argentinos.