Quiza el horario fue medio insensato, y el frio era para quedarse acobijado por un rato mas. La cosa es que fuimos dos coordinadores sin nadie a quien coordinar.
Esta vez conocimos dos lugares que superaron ampliamente nuestras expectativas. La primer parada fue la mansion mas fabulosa que existe en la ciudad. Asi nos lo dijo nuestra guia Alicia, una mujer llena de energia y que daba gusto escucharla hablar porque sabia transmitir su amor al lugar. Se podria decir que cada rincon del palacio es una obra de arte. Fue mandado a construir por Jose C. Paz, para habitar pensando que seria presidente de la Nacion...hasta el despacho presidencial habia planificado. Pero murio 2 años antes de terminado. Realmente este lugar es invalorable. Hay que verlo para creerlo.
Despues tomamos unos mates en la Plaza San Martin, y nos dirigimos a nuestra segunda parada: El Museo De Los Inmigrantes. Un lugar un poco escondido, que funcionaba de hotel para aquellos que venian a hacerse la America. Alli nos encontramos con fotografias de la epoca, y con objetos como las mesas donde se sentaban a comer por turnos, ya que habitaban cerca de 3000 personas. Aqui van unos puntos a tener en cuenta, del manual del inmigrante difundido por las compañias de inmigracion:
- Cuando una banda toca el himno nacional, todos los presentes se descubren la cabeza en señal de reverencia.
-A cualquier mujer, sea una dama o una lavandera, habitualmente se le dice "señora". Llamar a una "donna" del pueblo "mujer", no corresponde, ya que equivale a decir "hembra".
-No se fuma ni en los tranvias. El aviso "prohibido salivar" significa "vetato sputare".
Esperamos transmitirles las ganas de visitar estos lugares, ya que realmente son dignos de conocerse. Y quienes tengan parientes europeos que vinieron a vivir a Buenos Aires entre los años 1857 y 1920 quiza encuentren datos como en que barco llegaron y que ocupacion declararon, en el registro del Museo.